Poesía

NO LLORES SI ME AMAS

Recordando a San Agustín. No llores si me amas

¡No llores si me amas…!
¡Si conocieras el don de Dios y lo que es el Cielo…!
¡Si pudieras oír el cántico de los Ángeles y verme en medio de ellos…!
¡Si pudieras ver desarrollarse ante tus ojos los horizontes,
los campos eternos de los nuevos senderos que atravieso!
¡Si por un instante pudieras contemplar como yo,
la Belleza ante la cual todas las bellezas palidecen…!

¿Cómo?
Tú me has visto, y me has amado en el mundo,
país de las sombras,
¿no te resignarás al verme ahora en el cielo, país de inmutables realidades?

Créeme, cuando la muerte venga a romper las ligaduras,
como ha roto las que a mí me encadenaban,
y cuando llegue un día que Dios
ha fijado y conoce,
y tu alma venga a este Cielo
en el que te ha precedido la mía…

Ese día volverás a verme.

Sentirás que te sigo amando,
que te amé,
y encontrarás mi corazón
con todas sus ternuras purificadas.

Volverás a verme en transfiguración,
en éxtasis feliz.
Ya no esperando la muerte, sino avanzando contigo.
Te llevaré de la mano por los senderos nuevos
de luz y de vida,
bebiendo con embriaguez a los pies de Dios,
un néctar del cual nadie se saciará jamás.

Por eso, enjuga tu llanto
y no llores si me amas.

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