Psicología

ATAQUE DE PÁNICO

El ataque de pánico se caracteriza por su aparición sorpresiva, sin explicación aparente. Quien lo sufre, se encuentra sin recursos para afrontarlo.

El ataque de pánico, aparece como una sensación de miedo o malestar intenso que se inicia bruscamente y es acompañado por síntomas físicos como palpitaciones, taquicardia, dolor de pecho, sudoración, temblores, mareo o desmayo, y sensación de irrealidad y temor a morir o a volverse loco, entre otros.

Las personas que lo padecen han sufrido con anterioridad situaciones de estrés, crisis emocionales, traumas, o conflictos de diversos tipos que si bien han podido superarse, por su alto costo emocional han dejado una huella.

Las crisis de pánico suelen aparecer tiempo después de haberse atravesado dichas situaciones, razón por la cual no siempre es fácil establecer las causas que las generan.

La secuela del ataque de pánico es el miedo intenso a su reiteración. El individuo se vuelve más temeroso, inseguro, vulnerable; evita estar solo y en lugares donde se pueda sentir desamparado.

Pero ¿de dónde surge el miedo?

En este punto coincidimos con Freud: proviene del mundo interno. La angustia sin palabras y lo que no se elabora psíquicamente, queda en estado puro y busca otras vías de expresión.

El tratamiento más apropiado sería aquél que combine la medicación específica para aliviar los síntomas agudos, y la terapia psicológica, cuyo objetivo sea, poner palabras a la angustia y encontrar un sentido al sufrimiento.

Por Lic. Irene Yaya

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