EL NARCISISMO DIGITAL
Narciso siempre ha buscado su imagen de plenitud en el espejo. Hoy tiene en la mano, en la pantalla de su teléfono, la autofoto, la expresión gráfica del YO, en la época del narcisismo digital.
El narcisismo digital
Estrellas de Hollywood, políticos, futbolistas y anónimos, se auto exhiben en las redes sociales.
No hace falta integrar una generación de nativos digitales para conocer que la forma más tajante del desaire contemporáneo es la eliminación de una amistad en Facebook, o un bloqueo en Twitter.
En el centro del espectáculo prevalece la figura del YO sin otro requisito que un teléfono celular. El objetivo de las selfies, o autofotos -según neologísmo inglés para el autorretrato digital- es producir en simultáneo una presencia estética y ontológica.
El YO existe porque su presencia en el mundo es retratada por el propio YO, y la forma en que este YO debe mostrarse no es azarosa: entre los labios fruncidos y los ojos bien abiertos para ellas – el famoso duck face o cara de pato- y los guiños con media sonrisa para ellos -con el mentón elevado para disimular la papada en algunos casos-.
El primerísimo plano es obligatorio y debe capturarse por la mano del propio retratado: colmar la autoestima, fomentar la seducción, incrementar la envidia.