EL INTERCAMBIO IMPOSIBLE
En 1999 el sociólogo Jean Baudrillard en su obra “El intercambio imposible”, ya planteaba la gravedad de la situación actual.
En «El intercambio imposible» el sociólogo plantea la gravedad de la situación actual diciendo:
“Hasta ahora todos los sistemas fracasaron, los sistemas mágicos, los sistemas metafísicos, los religiosos, todos los sistemas que habrían cumplido un papel fracasaron. Sin embargo hemos armado una solución final o sea un nuevo sistema más, que es haber inventado la realidad virtual, lo digital, la información, la computación, la clonación.
Hemos llagado a inventar el artefacto perfecto. Ya no tenemos por qué resolver nuestros problemas personales, porque un artefacto que funciona como doble tendrá la suficiente perfección y lo va a resolver.
Este universo paralelo va creciendo a medida que vamos desapareciendo nosotros, cuanto más va desapareciendo este universo más va creciendo el universo paralelo. Éste es el juego actual del mundo, que no para de devorar.
Nosotros siempre hemos tratado de analizar situaciones de crisis. Las crisis siempre nos han traído tensiones, contradicciones, ha sido el movimiento natural como hemos pensado todas las cuestiones que suceden en la vida.
Pero actualmente, nosotros por la complejidad de los fenómenos que vivimos, estamos muy lejos de situaciones de crisis, todos hemos entrado en diferentes ámbitos de procesos catastróficos.
Esos procesos se caracterizan por que las cosas están funcionando con unas reglas de juego que no las podemos manejar en este momento, entonces cualquier situación queda ahí.
Nada es contradictorio o irracional, todo es paradójico y alarmante.
Todo está precipitado en una turbulencia que hace imposible cualquier tipo de control y el mayor efecto que encontramos es el desarrollo de un campo de exclusión a velocidad extrema.
La pareja excluye, el trabajo excluye, las diferencias excluyen, se ha perdido todo concepto que tenga que ver con cooperación, coordinación y química.
Todo trata de resolverse por procesos de crisis. Si bien nosotros por muchos años tratábamos de conocer el objeto que teníamos delante y tratar de delimitar cómo era el objeto, ahora resulta ser que son los objetos los que nos desafían a nosotros porque no sabemos manejarlos.
Se ha producido una inversión enorme que es la técnica del objeto acorralando al ser humano.
Esto se desarrolla a tal velocidad que si bien nosotros antes estábamos buscando intensamente este sentido que tienen las apariencias, ahora parecería que el sentido se ha ido y lo único que tenemos adelante son cajas”.
El autor plantea además que en este estado los grupos humanos caminan hacia un estado de paroxismo, que es el estado propio anterior al final o hacia la ironía.
Por Lic. Susana Stacco