EL FIN DE LA CONVERSACIÓN
Esta sociedad está generando multitudes que al no saber expresarse no saben pensar, no saben defenderse porque no saben hablar. El fin de la conversación.
El fin de la conversación.
Devienen seres humanos explotables, moldeables, silenciados para ser usados y el mundo nos quiere arrodillados.
El adiestramiento de las conciencias para convertirnos en títeres del mercado y clientes fieles de la farándula se ejerce subrepticiamente degradando la palabra por el uso indiscriminado de aturdimientos programados.
Una cultura masificante entorpece la expresión genuina que surge del silencio, de lo más rico y profundo de la interioridad que no es un simple reflejo mecánico, ni una palabra robótica.
Parecería que no registramos esta degradación que es también la degradación de la conciencia crítica, del pensamiento lúcido, de la imaginación simbólica.
La cultura masificante entorpece el acceso a los estratos más profundos del lenguaje y su conciencia; transmite prejuicios, ideologías, clichés políticos, slogans publicitarios.
El deterioro del lenguaje, el descenso de la conciencia es un suicidio lento, porque acorralada, nuestra capacidad expresiva no puede realizarse. La palabra empobrecida, desentonada o destemplada reduce el lenguaje a cenizas.
Por Lic. Susana Stacco Fuente: Ivonne Bordelois, “La palabra amenazada”
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